A ti, verde compañera que me sujetas.
Que todos los días pasamos juntas horas muertas,
entre libros de aventuras y poesías.
Gracias por acompañarme desde la infancia hasta graduarme,
incluso después estás presente, en la casa, la oficina y el retrete.
Por eso, siempre te llevaré en el corazón y en la mente.
FLOR NACU.
Nunca un tema tan simple como una silla, había dado tanto de sí. Felicidades.
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