sábado, 17 de diciembre de 2016

En la red


Te encontré en la red: pececitos expulsados
de mundos poco acuáticos, en busca de pareja
ilusoria o estable, qué mas da. Yo tenía compromisos;
tú firmeza, deseo, camino trazado con tinta de sensatez.
Mis bromas y ligereza no servían para seducirte
sino para seducirme a mí mismo. Era imposible
explicarte mi génesis.
“Luego vuelves, tienes 
problemas para conectar… Entonces qué puedo pensar,
lo típico… Yo no estoy para hablar cuando estés aburrido…”

Tus reproches fueron irreprochables. Fui un elefante 
en la joyería. Y, ahora, ¿cómo enviarte el mensaje cabal,
cómo acariciar el a de ese ele confesando
que solo soy un desertor de la melancolía,
el mejor enfermero de mis cicatrices…
uno cualquiera que busca una sola manzana
en este bello y peligroso bosque?
No: no puedo explicarme con solo teclas. 
La red vende caros los espejos. Solo me queda 
esperanza para este último mensaje. Y sin red.


Paco Martínez

No hay comentarios:

Publicar un comentario